Al explorar el mundo de la marihuana utilizada con fines médicos, lo mejor es comenzar con el origen: la planta cannabis. La marihuana, también conocida como cannabis, crece muy bien en muchos de los climas mundiales. Sus propiedades médicas se concentran en los brotes, tallos, y hojas de la planta hembra. Aquí es donde encontramos los compuestos conocidos como cannabinoides. Las sub-clases más conocidas de los cannabinoides son el THC y el CBD. El THC es responsable de las propiedades eufóricas de la marihuana; y el cannabidiol, o CBD, contiene agentes que pueden reducir la espasticidad, atacar a tumores cancerígenos, aliviar el dolor, y hasta proteger a los nervios.
El balance entre los porcentajes de THC y CBD puede variar entre las diferentes cepas, y los distintos productos de las plantas.
La forma más común de marihuana se conoce como la flor, o el brote. Este es el material crudo, verde y frondoso de la planta que puede utilizarse de distintas maneras. Puede fumarse, ya sea enrollado en papel o en una pipa. Puede ser cocinado. O puede evaporarse electrónicamente. Las flores se dividen en dos familias: Indica y Sativa, y una tercera familia: Híbrida, es la unión de las dos. Las flores de la marihuana suelen tener niveles mucho más altos de THC que de CBD, y el encontrar la cepa adecuada para usted será algo que querrá explorar junto con su Proveedor.
Y el menú de ningún proveedor estaría completo sin comestibles. El cocinar con las flores es extremadamente popular. En cuanto se descubrió que la marihuana se unía bien a los lípidos, cocineros en todas partes han estado tratando de añadirle cannabis a todo. Estos comestibles medicinales son comidas o bebidas a las cuales se les ha añadido marihuana, y aunque a veces es difícil saber la dosis exacta, son una manera de introducir la marihuana a pacientes que no gustan fumarla o vaporizarla. Hoy en día estos comestibles pueden incluir a pizzas, salsas, tés, dulces, chocolates, sodas, pastas y más.
Otra categoría común en el menú de los Proveedores podría es la de Extractos o Concentrados. Éstos son simplemente medicinas de cannabis que contienen niveles extremadamente altos de THC o CBD. Hay muchas maneras en las cuales se puede producir un concentrado, y consecuentemente, hay muchos tipos distintos de concentrados. Hay formas reconocibles como pastillas y cápsulas, pero también hay productos como el hachís.
El hachís contiene altos niveles de THC y puede tener diferentes formas y texturas. Puede ser una especie de ladrillo de “barro”, una pasta suave, o un aceite. Otros concentrados portan el nombre de su composición – como ceras, quebrados, o migajas. Los concentrados comúnmente se fuman o vaporizan, y están inclusive siendo añadidos a cremas, bálsamos y aerosoles...proporcionando alivio tópico a personas que sufren de artritis, psoriasis o eccema.
Por el contrario, los concentrados que contienen altos niveles de CBD y sólo vestigios de THC usualmente existen en forma de “gotas”, comúnmente conocidas como tinturas. Éstas son soluciones que pueden colocarse debajo de la lengua o ser añadidas a bebidas. Este tipo de tinturas han sido clave para pacientes que necesitan alivio sin los efectos eufóricos del THC.
Encontrar el tipo de medicina de cannabis apropiado para usted implica un proceso de prueba y tanteo. Antes de hacer cualquier compra, asegúrese de contemplar todas sus opciones con su proveedor de marihuana o de atención médica. No necesita ser tímido; comunique claramente sus síntomas, sus objetivos de salud, y su nivel de experiencia. Cuide su salud y mantenga su seguridad.
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